sábado, 20 de abril de 2013

Jealousy.

Celos, celos, celos.

Odio los celos.

Bueno, ahora les explico porqué escribo esto...

Ayer en la noche, tuve un cumpleaños de quince; ya saben, bailar y todo eso; una fiesta. 
Fue mi mejor amiga (Alice) y ¿adivinen quién? El chico que me gusta. Ella y él se conocen desde el año pasado, y son amigos. En toda la fiesta no paraban de hablar o se miraban cada tanto y bla, bla, bla. Al principio no lo noté, estaba muy distraída contándole a mi primo (mi mejor amigo) que Jake (sobrenombre del chico que me gusta) estaba en la misma fiesta que yo, al lado mío. Y, obviamente, estaba muy nerviosa como para atreverme a mirarlo. De repente, una amiga, me dice que «Hay onda entre Jake y Alice», los miró y me doy cuenta: de verdad parecía que hay onda entre ellos. De repente, me pongo celosa. O sea, en mi vida me puse celosa, menos de mi mejor amiga, ¿por qué ahora? Les juro, estaba muy, pero muy celosa. No que de repente odié a mi mejor amiga, NUNCA haría eso, menos por un chico. Sólo, estaba celosa. En realidad, lo único que hice fue ignorarlo a él y como Alice estaba con él, bueno, si estaba con él también a ella, pero no apropósito. El resto de la fiesta evité la mirada de Jake y la de Alice, no quería que notaran que estaba celosa, no. Eso fue tan... raro. Imagínense, nunca me puse celosa, es como un «sentimiento encontrado», totalmente nuevo para mí. Obviamente, antes de irme, la saludé a ella, pero a él no.

Y eso es, básicamente.